sábado, 21 de junio de 2008

DISPENSATORES


El esclavo —dijo Crisipo— es un perpetuo jornalero.
L. A. Séneca, De benef. III. 22.

Gayo, el insigne jurisconsulto romano sostiene que en la más antigua Roma, el dinero llamado pecunia no era contado, sino «appendido», ‘suspendido’, es decir, ‘colgado’; por ello los siervos llamados también esclavos, encargados de esa tarea, tenían el nombre de «dispensatores», ‘colgadores’, que trabajan en la despensa.

Aclararemos ahora por qué el dinero fue llamado pecunia, y el hombre privado de su libertad siervo y esclavo.

La península, con Roma como capital, antes de la fundación de la ciudad, era famosa por sus verdes prados, y por la enorme cantidad de italoi, palabra griega cuya versión castellana es bueyes. Dice Gellio que de ahí viene el nombre de la península: Italia.

Los habitantes del Lacio denominaron en lengua osca a todos estos animales, bueyes y ovejas, con un nombre genérico: pecus, palabra que significa ‘hacienda’, es decir, que se mueven por medio de «pes» en castellano ‘pies’. Ya que la gente no poseía casi ninguna otra cosa, por ello los latinos umbrosabélicos tenían su riqueza solamente en estos bienes móviles, que llamaban brevemente hacienda o pecus. Esa concisa palabra latina más adelante indicaría también el lingote de cobre, que tenía grabada encima la cabeza de un pecus, de un buey, a fin de expresar de esta manera el valor que representaba, denominando por ello a esa primitiva unidad de dinero pecunia.

Tenía este lingote de cobre un agujero, por medio del cual era suspendido, colgado por los dispensadores (o colgadores) en la sala de dispensa, hoy conocida con el nombre de despensa.

Como ya hemos mencionado, de esa tarea de colgar la pecunia fueron encargados los hombres que según Florentino eran cautivos de guerras a los cuales el jefe del ejército quería conservar, por ello los llamaron conservus o brevemente servus, en castellano siervo. También les dicen esclavo, por cuando los Otones ocuparon Sclavonia, hoy conocida con el nombre de Croacia, privaron a casi todos sus habitantes, llamados sclavi, de la libertad. Desde entonces y en adelante, semejante acto se llama «esclavizar el pueblo», a cuyos habitantes conserva el victorioso con vida, solamente para que trabajen. ¡De esa manera será «siervo» para servir!

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